Defensa Personal para Mujeres
Defensa Personal para la Mujer
Extraido del Manual Práctico de Defensa Personal para Mujeres. Ed Tutor. Autor: Manuel Montero Kiesow
"Puedes y debes ha sido la máxima que he tratado de inculcaros durante estos más de veinte años impartiendo cursos, porque realmente puedes y por supuesto debes. Nadie tiene derecho a maltrataros de ninguna manera y no debemos permitir que nadie lo haga.
Cuando hablamos de defensa personal en general, es preciso saber que, ante una agresión, la respuesta tiene que ser proporcional al daño producido, es decir, que si alguien simplemente me insulta o empuja, por ejemplo, mi respuesta no puede ser infringir un daño superior al que he recibido. Es difícil controlarlo pero hay tener cuidado con ello. Sin embargo, esta regla fundamental de la proporcionalidad se aplicará únicamente entre dos personas del mismo género, pero no será así cuando se trate de una agresión de un hombre a una mujer, ya que entre el hombre, por el simple hecho de ser hombre, y la mujer, mujer, no existe proporcionalidad.
La defensa personal no es una disciplina enfocada a la pelea o el enfrentamiento; su objetivo fundamental es mantenernos a salvo y que no nos hagan daño. Por eso, la técnica más importante es evitar toda confrontación con el agresor; solo nos enfrentaremos a él cuando no haya ninguna otra opción. Por ejemplo, si en el lugar en que estamos no es posible huir y el atacante quiere agredirme físicamente, sería el momento de poner en práctica todos los recursos de defensa que veremos un poco más adelante.
Así, en caso de que no haya más remedio de enfrentarse físicamente con el agresor, es necesario tener claro que el objetivo es intentar incapacitarle el tiempo necesario para poder huir y estar a salvo. Por ejemplo, no necesitáis usar la misma contundencia si en unos pocos metros podéis poneros a salvo que si estáis en una zona solitaria que os obligaría a recorrer una distancia mucho más larga para encontrar ayuda. En el primer caso, un simple golpe a una zona vulnerable sin mucha fuerza podría ser suficiente, mientras que, en el segundo, la defensa tendría que ser mucho más contundente.
A pesar de todo, es básico tener en cuenta que cualquier técnica que realicéis tiene que llevarse a cabo de forma contundente, como si no fuera posible realizar ninguna otra. Si no se aplica esta contundencia, el agresor puede multiplicar su fuerza para el siguiente ataque. Una vez realizada esta técnica contundente, el objetivo primordial es huir; nunca hay que permanecer junto al agresor esperando ver si se le ha hecho suficiente daño. Deberéis correr hacia un lugar seguro y denunciar el hecho ocurrido ante la Policía."
Visita nuestras web de referencia en Defensa Personal para la Mujer
ORGANIZACIÓN NACIONAL PARA LA DEFENSAPERSONAL DE LA MUJER
www.defensapersonaldelamujer.org